jueves, 27 de junio de 2013

Heredarán la tierra

"Me dejé llevar por una inercia semiolvidada hacia la calle Mercaderes y luego hasta la plaza de la Navarrería, donde, como si no hubiera pasado el tiempo, había una multitud de jóvenes, en su mayoría extranjeros, entregados a una ceremonia de origen incierto. Pese a la prohibición expresa de las autoridades, azuzados por las ganas de poner a prueba el valor o la estupidez, los muchachos iban subiendo a la fuente de santa Cecilia en mitad de la angosta plaza para luego lanzarse en un salto del ángel a los brazos del gentío que aguardaba su caída.
Allí brindé por los necios que heredarán la tierra."
 
Ya falta menos para ayer

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